sábado, 9 de octubre de 2010

15. Loca...

Caminé por los pasillos mareada, como si estuviera borracha. De la mochila alcancé el bote con las pastillas y me tomé una.  Me sentí tranquila, y vi como se que me quitaba algo del mareo. Llegué a clase. Ni ÉL ni ELLA habían llegado. Me dejé caer en mi silla. Observé la mesa de al lado. Era la de Él. Sonreí y solté una carcajada. Mis compañeros comenzaron a mirarme. Estaba claro que me había vuelto loca del todo.

-¿Estás bien, Sele?-me preguntó Diana, una compañera de clase.
-Jaj… ¿qué hablas? Yo no me llamo así-dije riéndome.
-Selena…
-Me llamo Sam… ¿es que no lo ves?-dije casi enfadándome.
-¿Está borracha?-preguntó Juan.
-No…-dijo Diana-no le huele el aliento ni nada.
-¿Entonces, que coño le pasa?-preguntó María.
-Que estoy loca…-dije con tristeza y dejando de reírme.-no os preocupéis, se me pasará…
Se miraron entre ellos y se encogieron de hombros. “Río por no llorar”, pensé consolándome. Entonces entró Luis. Solo. Claro, para que YO no me diera cuenta. Solté una risotada y escondí la cara entre mis brazos apoyada en mi mesa. No quería verle. Quería darle una patada y tirarme por una ventana mientras me reía. “Selena, tú no estás loca”, me dije. “Pero quieres estarlo. Porque los locos se ríen mucho. Se aíslan del dolor… riendo…”
-Selena, ¿estás bien? Me han dicho que estás rara…
Sí. Era él. Era su dulce, asquerosa y traidora voz. La voz que me engatusaba y me mentía. Me reí y le miré poniéndome de puntillas.
-En realidad eres feo…ja, ja. No sé por qué me enamoré de ti…ja, ja…-empecé a descojonarme como nadie.
Me abracé la barriga. Todo me resultaba muy gracioso. Entonces entró en clase Alicia. Ella siempre muy discreta. Engañando a su MEJOR AMIGA. Así. Seguramente le habría contado todo sobre mí y Miguel. Solté una risotada. Me daba igual. Todo me daba igual. Quería llorar, reír y montar una fiesta. Quería beberme una botella de vino enterita aunque nunca había probado el vino. Quería ahogarlos a los dos, para luego reírme de mi vida con mis compañeros de celda. Ella se acercó a mí a paso lento y mirándome extraño. Me dejé caer en la silla y crucé las piernas. La miré asesinándola con la mirada.
-Sele…-dijo mirándome.
-Ja, ja… ¡que me llamo Samanta! ¿Por qué nadie me llama por mi nombre?-dije enfadada y furiosa.-Aunque tú puedes llamarme…ja, ja… no puedes llamarme de ninguna manera porque TE ODIO.
Seguí riéndome. Todavía no había venido el profesor. Entonces vi en la puerta a Miguel. ¿Qué hacía allí? Bueno, mejor, otro espectador para ver mi locura desbordante. Empecé a reírme de nuevo.
-Todos sois… unos mentirosos-dije riéndome.
Iba a levantarme cuando me tropecé con mis propios y me caí de culo. Me quedé callada, y me consté en dos segundos del enorme ridículo que estaba haciendo. Había perdido la cabeza por completo. Miguel se acercó a mí a un metro y me miró. Luis se agachó y también me miró. Miró mi cara inexpresiva, la que guardaba todo el dolor que sentía bajo una máscara de sentimientos nulos, inexistentes, perdidos…
-Selena… ¿qué te pasa?
-¿Por qué lo preguntas?-dije mostrando todo mi sufrimiento -en el fondo es todo por tu culpa… yo confié en ti… os odio a los dos…
La cara le cambió por una de dolor y de arrepentimiento. Empezaron a correr lágrimas por mis mejillas a mares. La que había prometido no llorar… estaba rompiendo su promesa.
-No quería que te enteraras así…-me dijo.
-Púdrete.-dije sonriendo.
Entonces me desmayé. Entré en un mundo en blanco en el que solo podía escuchar. No sentía ninguna parte de mi cuerpo. No sentía nada. Excepto dolor. Un inmenso y profundo dolor…que me mataba.



-¿Selena?
Abrí los ojos asustada. Estaba metida en una cama. En la enfermería. Sentado en la silla estaba Miguel. Sonreí. Miguel… y no Luis. ¿Pero qué esperaba?
-Hola-dije.
-¿Cómo estás?-preguntó.
-Algo confusa- admití.
-Me enteré de lo que pasó. Ese idiota te engañó con Alicia.
Le miré inexpresivamente.
-No importa-dije-ya no importa nada.
Él miró hacia el suelo. Yo me incorporé. Era obvio que había hecho un espectáculo en clase. A ver que iba a decir para explicarme.
-He sido una idiota-musité-una idiota.
-Yo…-dijo Miguel.-lo siento. Jugué con tus sentimientos.
-Sí-dijo sonriendo tristemente-lo hiciste.
-Pero… yo te quiero-dijo.
Sonreí.
-Yo también te quiero.
Le abracé. Él me sostuvo.
-Pero le quieres a él. También.-dijo.
-A ti te quise antes.-dije cerrando los ojos-yo… ya no puedo quererle. Ya no puedo querer a nadie. Lo siento.
-Está bien.-dijo él apretándome más contra él.
Puse mis brazos en su cuello y le besé. Necesitaba el consuelo de alguien. Nunca pensé que el consuelo que necesitaba viniera de Miguel. Después de besarle le abracé. Entonces oí los pasos de alguien entrando en la habitación. Eran ellos. Alicia me miró con culpabilidad. Luis también nos miró. Me apreté contra Miguel enterrando mi cara en su pecho.
-Diles que se vayan…-dije con un gemido-por favor…




4 comentarios:

  1. si! me encanto el capi! sigue asi baby! no te desanimes!
    aisshhhh k interesante estaaa!! miguel! jjajaj io tambn kero un miguel! vale... ahora la k parece estar loka soy yo jajaj

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  2. jaja, me alegro de que te haya gustado

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  3. oooh!!! mmass!! MEE ENCANTAAA!!
    me kedo cn miguel!
    sigue escribiendo! ke me e enganchadoo!! :D

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  4. KE SE PUDRA LUIS!!! ENGAÑAR A UNA CHICA CON SU MEJOR AMIGA?¿?¿?¿ KE ASCO DE CHIKILLO!! AHORA VOY A LA ENCUESTA Y CANVIO MI VOTO DE LUIS POR MIGUEL xD

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