domingo, 10 de octubre de 2010

17. Tiempo para confesiones


Me desperté. Miré mi reloj. Eran sobre las seis. Palpé en las sábanas. Miguel no estaba. De repente me horroricé. ¿Y si todo había sido un sueño? Él no me quería y Luis no me había engañado.  Pero entonces vi la chaqueta de Migue y la mía juntas a mi lado. Juntas… como antes lo habíamos estado nosotros. Ni si quiera me había quitado las zapatillas.
-Si buscas a mi hermano, se fue hace nada-dijo Violeta asustándome.
La miré. Estaba sentada en su cama, mirándome. Sus ojos reflejaban seriedad y un brillo que no supe interpretar.
-Ah, vale-dije nerviosa. ¿Nos había visto dormir en la misma cama???
-Oye, Sele-me dijo.
Mierda. ¿Qué iba a preguntarme?
-¿Te has acostado con mi hermano?
-¿Qué?-exclamé atragantándome con mi propia saliva.
Empecé a toser como una descosida, mientras ella me miraba con ojos curiosos. A saber cómo había llegado a esa estúpida conclusión.
-Claro que no-dije en cuanto me recuperé de mi repentino ataque.- ¿cómo puedes preguntarme eso?
-Es que como os vi durmiendo juntos… pensé que algo había pasado.
-Nada. Me sentía mal, y…-mierda no se me ocurría nada para explicarlo-y…
-Me entró el sueño y me dormí a su lado-dijo Miguel entrando en el cuarto con dos tazas de café.
-¿Quieres?-me preguntó.
-Sí-dije cogiendo el vaso.
-Si le dices a papá y a mamá esto te mataré-dijo Miguel dirigiéndose a su hermana.
-Lo haré por algo a cambio.-dijo con malicia- ¿sois novios?
Miguel no respondió. Estaba claro que esperaba mi respuesta. Pero a mí sólo se me inundaron los ojos de lágrimas al recordar a Luis.
-¿Qué pasa?-preguntó.
-Nada-dije limpiándome las lágrimas.- Y sí, estoy con Miguel.
-Pensé que le tenías asco…-dijo Violeta metiendo la gamba.
-¡Oye!-exclamó él mirándome.
-Bueno, tanto como asco… odio, solo odio-dije con cariño-y fingido.
-¡Aysh!-exclamó ella contenta-espero que pronto tengáis hijos. ¡Así podré cuidar de mis sobrinitos!!!
Salió de la habitación dando botes como Heidi. Miguel y yo nos miramos rojos como tomates. Fijé la vista en el suelo con incomodidad.
-¿Lo de esta mañana fue un sueño o fue realidad?-pregunté.
-Creo que realidad.
-Amm.
-Nos besamos.
-Ya. Y me abrazaste.
-Ya.
Me sentía estúpida hablando así. Me levanté y le abracé. Él me miró.
-¿Ya te sientes mejor?
Asentí con la cabeza. Sentí con su mano me acariciaba la mejilla con cariño. Entonces… ¿no jugaba conmigo? ¿Realmente me quería? ¿Se sentía celoso cuando estaba con Luis? Sonreí feliz. Entonces pensé en el ridículo que había hecho en clase. Bueno, ya daba igual. No iba a volver. Con el trabajo no podría asistir ni un día.
-En serio… ¿me quieres?-pregunté.
-Tú, tan pequeña, tan débil… empecé a tenerte cariño. Me sentía mal porque no era capaz de ganarme tu afecto. Con las demás chicas era tan fácil… pero tú solo me dirigías una mirada amenazante y asesina y te ibas, dejándome con ganas de más.  Me odiabas, nadie me había odiado nunca. Por lo menos una chica. El cariño se convirtió en una obsesión. No lograba llamar tu atención y ya no pensaba en otra cosa. Cuando le vi contigo… tocándote… me volví loco…
-Conozco esa sensación-dije apenada mientras él seguía acariciándome.
-No podía permitirlo. Ese día, cuando me dijiste que me querías… fue el mejor día de mi vida. Por fin sentía que había ganado, que tú sentías algo por mí. Pero al día siguiente volviste  a tu postura inicial, a la de pretender odiarme. Cuando te vi que caminabas en el patio del instituto hacia las clases, te agarré para darte algo que se te había olvidado. Entonces me dijiste que te dejara, y vi que estabas a punto de llorar. Te seguí hasta tu clase, y te oí diciendo todas esas cosas. Y así lo comprendí todo. Quería ayudarte, consolarte. Quería que te apoyaras en mí y te olvidaras de él. Quería sustituirle.
Me quedé callada. Eso había sido una confesión. Había sido todo lo que pensaba y todo lo que había querido saber. Puse mi mano encima de la suya en mi mejilla y cerré los ojos.
-Siempre he estado enamorada de ti. El día que me tropecé contigo fue una depre para mí enorme. Pensar… que te había molestado…
Se rió. Sonreí con felicidad.
-Y cuando me diste la carta…-continué.-pensé que ibas a echarme una bronca por haberte dejado en ridículo delante de tus amigos. Cuando me dijeron que iba a vivir en la misma casa que tú me sentí muy feliz. Pero entonces…-reprimí un suspiro.-Pasó eso. Pensé que habías sido muy cruel. Y me habías hecho mucho daño. Entonces quise odiarte. Y lo conseguí. Pero cada vez que te veía triste y enfadado se me rompía el corazón.
Miguel me acarició la cabeza y yo la apoyé en su pecho.
-Lo siento-dijo.
-Yo también.-dije.
-Entonces… ¿Luis?
-Yo… estaba destrozada por todo. El fue como una escapatoria para mí. Podía confiar en él. Pero… en el fondo le quise…
-Lo entiendo.-dijo él-pero haré que te olvides de él.
-¿Cómo?-dije mirándole.
-Así.
Me quedé completamente quieta. Miguel fue besando mi cuello, una y otra vez, como lo había hecho Luis. Sustituyendo cada uno de sus besos. Eran como dulces caricias, que me llenaban de calma y tranquilidad. Besó mi oreja y luego mi mejilla con cariño. Sonreí y cerré los ojos. Entonces me besó en los labios. Me empujó hacia la cama donde siguió besándome. Abrazados en la cama no éramos conscientes de nada. Entonces vi como hacía lo mismo que Luis. Metió la mano por debajo de mi camiseta pero no me importó. Dejó de besarme con su mano en mi pecho. Nos miramos. Ambos respirábamos entrecortadamente. Puse mi mano en su cintura y seguí besándole.
“Yeahh, It’s the party in the USA…” Metí la mano en el bolsillo y saqué mi móvil. Ni si quiera sabía quién era pero me lo puse en la oreja mientras Miguel me seguía besando. Quitó la mano de mi pecho y la puso en mi cintura.
-¿Quién es?
-Soy yo, Alicia.
Se me congeló el corazón. Me incorporé, y Miguel también lo hizo a mi lado. Puso la cabeza en mi regazo escuchando la conversación.
-Qué quieres-me vi algo menos furiosa y sentí como le tenía algo menos de odio.
-Lo siento-sus palabras se oían atropelladas.-me declaré a él sin pensar. No sabía que iba a dejarte por mí, pensaba que no tenía ninguna posibilidad… yo…
-Ya-dije con algo de enfado. Sabía que era mi novio, pero se declaró sin pensar. ¡Obvio claro!
-Le dejaré, y le pediré que vuelva contigo-me dijo.
Me dio la impresión de que estaba llorando. Por muy egoísta y estúpido que fuera, estaba llorando. Pero ya la quería. Y sabía que dejarle le iba a doler mucho.
-No lo hagas-dije con algo de dureza-le quieres. Te quiere. Sois la pareja perfecta. Y ahora ya tengo a alguien.
-¿A alguien? ¿Pero sigues enfadada?
-Sí-dije acariciando la mejilla de Miguel mientras él me miraba inexpresivamente.
-Y ese alguien, ¿quién es?-preguntó.
Me quedé quieta. Era obvio que no debía de sentirlo tanto. Me dieron ganas de llorar. Nunca pensé que estaría en esta situación con mi mejor amiga.
-Adiós, Alicia-dije colgando con malestar.
-¿Estás bien?-me preguntó Miguel preocupado cogiéndome una mano.
-Claro-dije con una sonrisa triste, e inclinándome para besarle.

3 comentarios:

  1. primeeee!! jajaaj
    me ha encantado el capii aish super romanticoooo
    pero me da mucha penita x selena :'(
    espero k miguel la haga olvidar
    no es justo... yo tambn kero un miguel!

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  2. jajaja YO TAMBIEN KIERO UNO MAITE xDD me encanta como le mia y es sicero... NO como Luis ARGGG!! xDD

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  3. hola soy kiss la verdad es que acabo de conocer el blog :) me e leido todos los capitulos!
    Y sobre mi opinion del blog... es FANTASTIICO!! Pero estoy con inma, desde el primer capitulo en el k sale luis y le hace el chupetón me a caido FATAL... sin envargo miguel... ME HA CAIDO BIEN INCLUSO CUANDO SE COMPORTA COMO UN BORDE!! Bueno un besazo y pasaros por mi blog pliss!!
    Mi blog es: http://solamenteyorevelandkiss.blogspot.com

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