-¡ES QUE ME DA VERGÜENZA!-le grité como una loca.
-Entra, o te hago entrar-me amenazó abrazándome-yo sé que puedes. De todas maneras fue idea tuya, no sé por qué te rehúsas.
-Ok, ya voy…-dije con cara mártir.
Entré. Había una fila alargada de chicas, que hablaban emocionadas sobre el castin. De alguna manera me sentí incómoda, como si no perteneciera allí, a ese mundo. De repente me fijé en una chica. Tenía el pelo pelirrojo y muy, muy largo. Estaba esperando, la última en la cola. Su semblante era preocupado. Me acerqué a ella sin pensar. Ella me miró.
-Hola-saludé-soy…
-Selena Ortiz Nice-dijo ella mirándome con curiosidad-sí, lo sé. Sales en las revistas.
-Ah.-dije compungida.-¿Cómo te llamas?
-Carolina-dijo sonriendo-Puedes llamarme Carol.
-¡Encantada!-dije respondiendo a su sonrisa.
La fila iba disminuyendo, y de ellas salían chicas llorando, chicas riendo, chicas optimistas y chicas tirando más bien para el pesimismo. Las miré. Quizá no había sido tan buena idea ir allí.
-Tienes quince años, ¿no?-me preguntó.
-Sí-respondí.
-Yo tengo catorce. Recién cumplidos.
Yo tenía casi un año y medio más que ella. De algún modo empecé a verla de manera diferente. Al principio me había parecido algo desagradable, pero estaba viendo que no era así.
-Tu madre murió, ¿no?-me preguntó.
-Sí-dije bajando la mirada.
-Entonces tenemos algo en común-dijo mirando hacia delante y dándome la espalda.
Me sentía como en un confesionario. La miré y sentí lástima por ella.
-¿Quieres ser actriz?-le pregunté.
-En realidad… no-admitió ella.-pero espero que seamos buenas amigas, y tú consigas hacerlo.
-Sí, claro…-respondí.
Se despidió con la mano y entró en la sala. Era su turno. “Te deseo suerte”, pensé. Realmente era una chica interesante. Mierda, se me había olvidado preguntárselo. Pasaron diez minutos, hasta que salió. Ni sonreía ni parecía triste. Cuando me vio esbozó una sonrisa.
-Suerte, Nice…-me deseó.
Entonces se fue caminando. Me quedé parada unos instantes, y luego entré a la sala. Empecé a notar tensión por todo el lugar. Había una mesa larga y tres personas sentadas, mirándome fijamente. Eran dos señoras y un hombre. Me fijé en el aspecto siniestro y la cara aburrida del hombre, y las caras largas de las mujeres.
-Hola-dijo la que tenía aspecto de ser la más vieja.-Eres…
Se quedó callada y luego me volvió a mirar, a mí, y luego al papel, a mí, y de nuevo al papel.
-Tenemos el honor de conocer a la hija de Kristen Nice…-dijo el hombre sonriendo y mirándome por encima de sus gafas de sol oscuras.- ¿a qué papel aspiras, Selena?
Un escalofrío me recorrió. ¿Qué a qué papel aspiraba? Ah, sí, al de la amiga de la protagonista… ¿cuál era? Diablos… era…
-Aspiro al papel de Cristina.-dije acordándome de puro milagro. ¡Me sabía el guión pero no el nombre del personaje que debía actuar!!! Estas cosas sólo me pasan a mí…
-Aspiras al papel de Cristina…-dijo el hombre pensando en voz alta.-¿en segundo puesto, Selena? ¿No quieres llegar más alto? ¿No quieres ser Sam?
-¿Sam?-exclamé. No. Había optado por un papel pequeño. No quería llamar la atención. Mis propios pensamientos empezaron a parecerme estúpidos.
-Di una frase de Sam-me pidió el señor- Catherine, pásale el guión.
La mujer más joven de las dos me tendió una hoja de papel. Intenté memorizar las primeras dos frases.
-No puedo con esto… es demasiado para mí. Tengo que olvidarte…
De repente no pude evitar sentirme mal. Las palabras que había entre paréntesis eran “con dolor” y “llorando”. No puedo olvidarte… Miguel… mamá.
Empezaron a correr lágrimas por mis mejillas. Oh, no. Olvidé por completo el guión y empecé a secármelas, pero una vez que empezó la inundación, no había quién la parara. Me sujeté el pecho para ahogar mis lastimeros quejidos.
-¡Fantástico! ¡Eres la segunda actriz de verdad que veo en un día! Se nota que tienes sangre de tu madre-me alabó el hombre levantándose de la silla.
De repente, paré de llorar y le miré. ¿Eso significaba que había pasado? ¿Había pasado la prueba?
-Precioso-me dijo Catherine (la señora joven).
-Crep que no hace falta decirle que ha pasado la prueba…-dijo la otra señora con una sonrisa.-Te llamaremos.
Estaba loca de contento. Me limpié las lágrimas malditas que me habían echo triunfar y miré al señor. Entonces me fijé. Ese señor era… ¡Carlos Sanado! Uno de los productores más famosos de España.
-Ya no eres Selena… -me dijo mirándome fijamente- eres Sam.
hola guapa :) solo comentarte un pequeño fallo k tuviste y es k la chica k esta en la cola delante de selena primero has puesto k se llama carol, y, luego, sara. espero se pueda corregir :)
ResponderEliminarbye :)
:.:.MAITE.:.:
aaa me e liado gracias
ResponderEliminarmadre mia k despistada soii no me lo perdonare nunca.. al principio tambn me lie con el nombre de la prota. Muchas gracias, oye ests pendiente de todo eh??? me alegra k sigas asi mi historia, saber k x lo mns a alguien le gusta me da mucha fuerza. Besos.
ResponderEliminarajajaj de nada mujer :)
ResponderEliminary seguro k le gusta a muchas mas k a mi :)
esk esta historia es especial para min sabes? xk como k es especial, como tu misma la describite, una historia de amor vestida de odio :) x eso me gusta tanto y como siempre te digo no te desanimes y sigue escribiendo :) bsos
:.:.MAITE.:.:
escribire pronto!!! saber q tu lees mis capitulos me da mas ganas!!! aunQ tengo k studiar....:(
ResponderEliminarguau a conseguido el papel de prota :)
ResponderEliminarSi...jeje
ResponderEliminarante todo estudia bay, se k el blog es importante, pero lo es mas tus estudios, no te preocupes tendre paciencia, ademas, yo tambien tengo k estudiar, aunk no se como, he acabdo de nuevo frente al ordenador jajajaja bueno entonces mejor sera k me valla a estudiar, mañana (o pasado o ya no se cuando jajaajaj) te seguiré leyendo si tengo tiempo besos wapa :)
ResponderEliminar:.:.MAITE.:.: