viernes, 8 de octubre de 2010

13. A mi mundo.

-Hola-me saludó todo sonriente.
  Yo aún no podía moverme. Seguía mirándole embobada.
-H-Hola-dije con cara de haber visto la primera maravilla del mundo.
En cambio Carol parecía tranquila, como si no le importara nada estar junto a un Dios en persona… ¡Síiiii!!!! El famosísimo actor Ángel Artejo. El ídolo con el que siempre había soñado. Iba a ser mi amigo, en la serie, aunque, claro, ejem, amigos, amigos… ¡ya se sabe! Pero en fin… seguí mirándole embobada todo el tiempo que se me permitió. En cuanto el director nos llamó fuimos a escena. Yo tenía algo del guión escrito en la muñeca. Mucho tiempo no había tenido para estudiar, encima estábamos de exámenes en el insti. Bueno, la historia de Sam iba de una chica adolescente completamente normal, que conoce a un chico (Ángel) en la serie, Alberto, del que se hace muy amiga. Pero los padres de Alberto están separados, y él lo pasa mal. Entonces ambos se enamoran, pero Alberto no quiere estar con ella por miedo a que su amor se rompa y pase como con sus padres. También cuenta el historia de Anastasia, (Carol) o sea mi “hermana” a la que le hacen buying en el colegio por llevar aparato. Bueno, y más gente de mi pandilla con problemas. En la primera escena salía levantándome. Me habían vestido con un camisón rojo monísimo. Todas las cámaras me apuntaban. De repente me sentí nerviosa. Pero entonces recordé las frías mañanas de febrero…

Me levanté y me desperecé.
-Ah, es viernes-dije en voz alta.
Me vestí tras la puerta del armario, y cogiendo la mochila salí pitada por las escaleras. Las cámaras captaban todos mis movimientos, y las cámaras colgando por todos lados consiguieron despistarme. Por suerte llegué a la cocina intacta.
-Sam, ¿lo tienes todo?-me preguntó Carol.
-Claro que sí, todo, todito. A veces pienso que eres mi hermana mayor en vez de mi hermana pequeña-dije riéndome y acariciándole la cabeza.-Bueno, Ann, me voy.
-Adiós-me dijo sonriendo tristemente.
Fui a salir de la cocina, cuando el director me indicó que me parara. Me asusté. ¿Qué había hecho mal? Entonces recordé mis líneas. Debido a que no cuadraban improvisé. Me volví hacia ella y puse cara de preocupación.
-¿Estás bien, Ann? Te veo rara.
Ella me miró patidifusa. Pero cambió la cara cuando la enfocó una cámara.
-No te preocupes, Sam-dijo sonriendo-ve, que llegarás tarde.
-¡Adiós!-dije saliendo rápidamente de escena.
Las cámaras dejaron de grabar en cuanto el director dijo el sagrado “¡Corten!”. Carol, el director y Ángel, que estaba allí se me quedaron mirando.
-¿No has hecho esto antes?-me preguntó el director muy serio.
-¡Lo siento!-exclamé agachando la cabeza como los japoneses-¡de verdad, que lo siento!
-No hace falta que lo sientas-dijo Ángel sonriéndome-ni yo habría sabido como improvisar ahí. Eres una auténtica estrella.
Enrojecí ante sus cumplidos, pero aún me faltaba la opinión y la palabra del director.
-Además de verdad-dijo sonriendo el director -pequeña gran Kristen.
-“La nueva Kristen”-dijo Carol sonriendo.
Sonreí llena de orgullo. Aunque procuraría que no se me olvidara ni una línea a partir de ahora. Grabé casi medio capítulo, o eso me pareció. En los pasillos del instituto tuvimos que trasladarnos, a un solar decorado como un instituto. Las clases eran la misma siempre. Tuve una conversación con Ángel en clase, dónde nos pillaron hablando, y en el pasillo. El trabajo era bastante entretenido pero cansaba mucho. Cuando terminé me tomé un buen zumo de naranja (mi prefe) junto con Carol y Ángel. Los demás, (dobles y compañeros) se fueron antes.
-Guau, que bien, pero que cansado el primer día-comenté.
-Uno se acostumbra-dijo sonriéndome Ángel.
-Oye, tú-dijo Carol refiriéndose a Ángel.-que Selena tiene novio.
-¿Qué hablas?-dijo enrojeciendo él.
-Vaya, parece como si os conocierais.-dije maravillada.
-Es que somos primos-dijo él sonriendo.
Me quedé a cuadros. ¿Primos? Miré a uno, y luego miré a otro. Carol, de pelo corto, menuda y muy delgada, con el pelo castaño, Ángel, guapísimo, moreno, alto y con algo de músculo… no se parecían para nada.
-Eso no lo sabía-dije absorta.
-Ya lo sabes.
-¿Y tú como sabes que tengo novio?-pregunté.
-Es que el otro día compré un ejemplar de una revista-dijo metiendo la mano en su mochila-mira.
Sacó una revista. Era la siguiente edición de la que me enseñó Luis la última vez, cuando lo del paparazzi.
-No puedo creerlo-dije horrorizada hojeándola.
Un reportaje de cuatro páginas con fotos de besos con Luis. Apoyados en el árbol, sentados, abrazados…
-Vaya, tú sí que te das el lote-observó Ángel mirando por encima del hombro.
Cerré la revista molesta.
-Nunca dejan a una en paz.
-Tu futuro es ser una buena actriz-dijo Carol-como tu madre, ¿no?
-Es lo que todos hacen-dije algo harta de la situación-compararme con mi madre.
-Positivamente-dijo ella-porque tienes su fuerza, ¿no? Y su valentía.
Me quedé callada, y comencé a ver de otra manera aquella situación que antes me resultaba incómoda. Sonreí.
-Gracias, hermanita-dije dándole un abrazo que casi la levanté.
-Oye, yo también quiero uno-se quejó Ángel estirando los brazos hacia mí.
Carol lo miró con mirada asesina pero yo me reí y le abracé. Él me apretó contra él, y de repente sentí algo de calores.
-Bueno, ya-dije sonriendo.
-Uy, ¿las dos ya? Tengo que irme.-dijo Carol-es tardísimo. Mi madre me mata. Un beso, Selena.
Me besó y dirigiéndole una mirada de aviso-odio a su primo se marchó caminando. Fue entonces cuando oí una voz que sonó como un calambrazo que me electrocutaba interiormente. Pero no era una voz, sino mi móvil, del que sonaba el último temazo de Pignoise.
-¿Sí?
-¿Sele?
-¿Luis?
-Sí. ¿Quedas esta tarde en el parque aislado? Tengo que hablarte sobre algo.
-Claro-dije sonriente.
Colgué y me lo metí de refilón en el bolsillo.
-Ala, ya.-dije.
-Es bueno que quieras seguir los pasos de tu madre-comentó él.
-Sí, pero es difícil-admití.
-Pero ya estás metida en esto. Perteneces a este mundo. A mi mundo.
-Umm… suena bien… y prometedor.-dije riéndome.
Estuvimos un minuto en silencio. Me levanté.
-Creo que ya era hora de irme  para casa.-dije mostrándole mi más amplia sonrisa.
-Bueno, yo también me voy. Mi tía debe estar que echa humo.
-Entonces, adiós.
-Un beso, ¿no?-dijo.
Me dio un beso en la mejilla izquierda. Iba a darme el otro en la derecha, cuando paró entre las dos mejillas y en un arrebato alcanzó mis labios. A penas fue un roce, pero sentí como me besaba con todas sus ganas. Ni si quiera me miró. Salió corriendo. Me había robado un beso. Un beso. Me rocé los labios con la yema de los dedos. Un beso. Un beso…
“Pero ya estás metida en esto. Perteneces a este mundo. A mi mundo.”

2 comentarios:

  1. GUAU!! TRES CHICOS!!! ESTA DE RACHA TOTAL!!

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  2. oh dios mio! vale esta si k no la esperaba, baby, tienes el prodigioso don de sorprendernos... madre mia... la k se va a montar! XD hay pobrecio miguel! ahora si k se va a poner celoso :P weno, en parte se lo merece jaajja

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