martes, 19 de julio de 2011

Capítulo 5

Me desperté en una cama de sábanas blancas y algo ásperas. Su tacto me molestaba, pero más lo hacía algo que tenía en el brazo. Con los ojos cerrados intenté quitármelo.
-No lo hagas.
La voz que oí me resultó vagamente familiar. Evidentemente, no la hice caso.
-Estate quieta, Ronnie.
Intenté rebelarme, pero pronto noté dos manos que me retenían y me mantenían encima de la cama por las muñecas. Abrí los ojos con irritación y me encontré sorprendida, con la cara de Greg mirándome enfadado.
-Vale-dije- ¿qué haces tú aquí? ¿Dónde estoy?
-En el hospital-bufó soltándome- gastroenteritis.
-¿Gastro qué?
-Gastroenteritis. Es una enfermedad.
-¿Es mortal?
-No.
-Ah, vale, entonces ya me quedo tranquila…
-Si no te hubieran tratado antes sí lo habría sido-me dijo él con enojo.
No dije nada más, y me limité a mirar al techo, pensativa. Sólo llevaba un camisón azul claro bajo las sábanas y me sentía algo incómoda. Retorcí los dedos y le miré. Por un momento sentí la necesidad de abrir y cerrar los ojos para comprobar si era en realidad cierta esa cara que me estaba poniendo. Me miraba con un gesto extraño, como si estuviera recordando algo que no quisiese recordar.
-¿Qué le pasó a tu madre?-me preguntó de repente levantando la vista.
Giré la cabeza y entrecerré los ojos con una mezcla de tristeza y rencor.
-Nos abandonó.-resumí en pocas palabras.
Observé como un rayo de arrepentimiento y dolor cruzaba su rostro. Entrelazó las manos mientras soltaba el aire de sus pulmones. Presentí que iba a contarme algo doloroso y me encogí.
-Mi padre murió de un problema intestinal.-murmuró.
Por un momento sentí que ya no tenía ante mí aquél chico burlón, frío y pervertido, sino a un chico triste, sensible y comprensivo. Alargué el brazo a pesar de los cables y cogí su mano. Él alzó la vista, sorprendido, pero sonrió y me la apretó. Pero esta vez no fue una sonrisa burlona de ésas que tan poco me gustaban, si no una sincera, triste y muy, muy hermosa.
-Creo que aprenderé a quererte-dije sin pensar.
-Ten cuidado-susurró- no me vayas a querer de más.
-No creo que eso pase-exclamé reconociendo en su voz al Greg de siempre.
Me apretó la mano y me la acarició con el pulgar. Ahora estaba segura de que no estaba obligado a estar conmigo. Compartíamos el secreto de los dos.


Varios días después me dieron el alta en el hospital. Nadie en el instituto me echó de menos. Ni yo a ellos, claro. Cuando llegué a clase volví a las indirectas con la petarda de turno y a las miraditas con el petardo número 2. Pero ese día pasó algo que no estaba planeado.
El día transcurrió normal, algo lento como siempre, y monótono. Asquerosamente monótono. Me había quedado sin libros que leer y tenía que ir a la biblioteca a devolverlos, al salir de clase. Iba caminando por la calle paralela, cuando no pude evitar pararme en un callejón. Me quedé completamente en shock. Alonso (el idiota petardo número 2) estaba allí, besando a una chica pelirroja, de pelo muy, muy largo y bastante mayor que él. Casi me atrevería a decir que podría haber tenido unos pocos años menos que Casandra. Me quedé un rato observando atontada, como si no creyera lo que me mostraban mis propios ojos. La mujer estaba apoyada en la pared y el chico la besaba apasionadamente. Decidí salir corriendo lo más lejos que pudiera, pero entonces noté la mirada de Alonso en mí. Me hice la tonta y salí huyendo a paso rápido.
Sabía que vendría tras mí. Esto no iba a quedar así. Me perseguiría y luego se haría cargo de que no soltara una palabra para perjudicar su relación con Irene. Lo que él no sabía era que yo no era una toca pelotas como su novia. Que a mí lo que hiciera o dejara de hacer me daba igual. Pero claro. Él no lo sabía.
-Ronnie.
Cogió mi muñeca con fuerza y me hizo girar para verle. Le miré con gesto inexpresivo, como si no entendiera que quería.
-Ronnie, no digas nada, por favor.
Había llegado a pensar, en apenas diez segundos que me acorralaría y me amenazaría. Pero sólo parecía un perro asustado. Como si… como si hubiera cambiado.
-¿De qué?
-No te hagas la tonta-dijo mirando hacia los lados nervioso- sé que nos has visto.
-Ya-admití.- estabas engañando Irene.
Mis palabras parecieron reconcomerle, y de cierta forma sonaron crueles, pero era la verdad.
-Por favor-me pidió.
-No voy a hacerlo-dije- no me llevo bien con Irene. Además, no me creería. Y no es de mi incumbencia-añadí.
Me miró un instante y yo mantuve mi semblante serio. Entonces, sin que pudiera evitarlo me abrazó con fuerza. Me quedé tan atónita que ni me revolví para deshacerme de él. Se separó de mí y me miró agradecido.
-¿Quieres pasear un rato?
Asentí aunque no me apetecía nada. Caminamos un rato sin mediar palabra, sumergidos en el silencio de nuestros propios pensamientos. Solo se oían los murmullos y los ruidos de la ciudad a nuestro alrededor.
-La conocí en la clínica de mi padre-dijo de repente- a pesar de que parezca mayor sólo tiene siete años más que yo.
Mi yo interior pensó una frase irónica pero se la calló para no salir perjudicada.
-¿Y te enamoraste de ella?-pregunté.
Aunque la cosa no me interesaba nada, todo era tan real que se me asemejaba a una novela romántica; y eso, sí me interesaba.
-Sí-afirmó él- comenzamos a hablar. Luego nos encontrábamos en la calle. Luego en su casa.
Intenté no enrojecerme pero no pude evitarlo.
-No quiero hacer daño a Irene. Estoy esperando el momento adecuado para decírselo-me dijo él rascándose la cabeza.
-En el momento que sea le harás daño. Aunque depende de en qué momento le harás más o menos. Será mejor que se lo digas cuanto antes y así no sufrirá por el tiempo que has estado con las dos sin decírselo.
Me observó sorprendido, pero yo fijé la vista hacia delante fingiendo de no darme cuenta.
-Eres diferente de lo que pensaba-murmuró de repente- eres muy buena consejera.
Me encogí de hombros.
-Tú también. No eres como antes-le dije- como cuando intentaste besarme por un examen.
-Fue una estupidez- dijo rápidamente- pero gracias a ella cambié. Me mostró un mundo donde no todo era oscuro.
“Me pregunto… si alguien será capaz de mostrarme un mundo como ése que describes”, pensé sintiéndome mal de pronto. Di un pequeño suspiro.
-Yo… lo siento por aquello-dijo sorprendiéndome de nuevo- no debí haberlo hecho.
-Es lo mismo. Ya hace mucho tiempo que pasó-murmuré.
-Podríamos ser amigos-dijo de repente parándose delante de mí.- ¿qué te parece? ¿Quieres?
Le miré un instante con tristeza. Puede que hubiera cambiado y ahora fuera un gran chico, pero no me podía fiar de las apariencias. Al fin y al cabo lo acababa de pillar engañando a su novia. Podría haberlo hecho para ganarse fácilmente mi confianza. Sonreí débilmente.
-Quizá otro día-dije.
Él me miró un instante pensativo, pero asintió. Entonces oí aquella voz burlona.
-Ronnie, ¿vienes a casa?
Me giré. Greg estaba detrás de mí, con la mochila colgando de un hombro, (y cómo no) sonriendo. Llevaba una camisa de cuadros y unos vaqueros con un tono algo informal. Me giré de nuevo.
-Me voy, Alonso.-cogí aire-suerte.
-Adiós.-susurró él.
Me di la vuelta con un gesto con la mano y continué caminando al lado de Greg. Éste había empezado a mirarme de reojo, esperando a abriera la boca. Pero no tuvo tanta suerte. Ya ni si quiera oía el ruido del exterior. Sólo el profundo eco de nuestros pasos.
-¿Ese era tu novio?-preguntó como si hubiera estado animándose a sí mismo a formular esa pregunta repetidas veces.
-Para nada-dije secamente.- sólo un amigo. Un amigo en duda.

9 comentarios:

  1. Que potito en el momento en que los dos compartieron ese momento juntos. Por cierto tengo dos dudas el no se llamaba Alonso, porque cuando se despiden le llama Adrián y ellos no iban a visitar un pueblo?????No se si yo me lié u.u
    Me encantóel capi, besitos

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  2. me di cuenta y lo cambie perdona xd esq no lo revise! un beso! ya se llama alonso xd

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  3. Diooooooooooooooooooooooooos que interesante
    *_______________________*
    Publica más,me ha encantado! ^^
    Besos!

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  4. q bonito el momento del hospital (L)
    esta celoso¿?!! xD
    Bsoos

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  5. uhh celos a la vistaa!!! ronnie tiene q ser mas inteligente y decirle a greg q es su novio!!! hahahaha no, mejor no que luego seguro que se lia parda ;)
    bueno, sigue escribiendo!! esta en un punto interesantillo!! ;)
    un beso :)

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  6. AWWW lo amé, la parte del hospital, después cuando Greg se puso celoso jejeje
    ¡Espero el próximo!
    Girl

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