martes, 9 de noviembre de 2010

5. Sola

Peiné mis rubios cabellos sentada en una nube, y con cara de mala uva. No podía creer que hubieran cogido a Arya para cuidar del hijo del Señor. ¡Ni si quiera sabía cuidar de sí misma! Era una niñata despreocupada y torpe. Empecé a llorar de impotencia, rabia… y envidia.  Encima Gabriel también se había ido con ella, y me habían dejado sola con la tonta de Sol, la mejor amiga de la tonta de mi hermana.
-No llores, Satya, volverás a ver a tu hermana…
“Maldita ingenua”, pensé deseando clavarle las uñas.
-Es que la voy a echar mucho de menos-musité sacando convirtiéndome en al mejor actriz.
-La volverás a ver. Además a ambas nos van a destinar a la tierra. De todas maneras, puedes comunicarte con tu colgante, ¿n0?
-¿Con mi colgante?-exclamé cogiéndolo.
Una luna dorada y una estrella plateada. El símbolo que se le daba a todas las gemelas ángeles. Se nos consideraba un preciado regalo. Las leyendas decían que los gemelas juntas tenían más poder que un ejército de querubines. Se nos tenía en gran aprecio y consideración, como si fuéramos una bendición. Miré con desprecio la sombra de mi colgante sobre las nubes. En cuanto empecé a odiar a mi hermana, el colgante había perdido todo su poder, y se había convertido en una inútil pieza redonda de plata.
-Claro, Sol, no lo había pensado-dije molesta.
-Sí que es yo soy… ¿qué haríais sin mí?-exclamó ella sonriendo.
-Me moriría-dije con toda la ironía que una frase podía contener.
Fue un alivio que la chica fuera algo tonta, y no captó el tono burlón con el que se había tornado mi voz. Seguí peinando mis cabellos, mirándome en el espejo del charco de mis lágrimas.
-Creo que ya es hora de que nos vayamos. Van a designarnos un humano.
-Voy a quedarme aquí un rato…-dije con un suspiro.
Ella se encogió de hombros y desapareció volando. Yo me bajé con dificultad de la nube e hice un círculo en el charco de lágrimas con la punta de mi dedo. En las lágrimas surgió una imagen. Era una calle, y dos personas cogidas de la mano. Introduje más el dedo en el charco, y la imagen de amplió. Mi hermana agarraba la mano del hijo del Señor. Mis ojos se desorbitaron de furia. ¿Qué pasaba con ella? ¿Es que encima iba hasta a enamorar al pobre chico? Hice rechinar los dientes. Entonces oí una voz grave.  “Por favor, Satya del Círculo Celestial, ven a la sala de la bajada” Musité una maldición, muy mal vista en el cielo, y seguí mirando en el charco. La siguiente imagen que apareció fue la del hijo del señor arropando a Arya. Con una mano borré la imagen y eché a volar en dirección a la voz. No podía evitar sentirme irritada, enfadada… y sola. Pero ella no lo estaba, y la envidiaba tanto… ¿por qué me había dejado sola? Aunque la odiase… la quería a la vez. En ese momento juré que mi hermana… se convertiría en un ángel caído, y sería expulsada del cielo. Y para conseguirlo haría lo que fuera.

4 comentarios:

  1. Walaaaa que mala ees!!
    Aunque pobre da algo de pena...
    ¡¡Pero es mala!! D:
    Si me la encontrara por la calle... :P
    Jajaja me ha encantado :)
    un besazoo!

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  2. Hola!!
    aiis cada dia me gusta mas la historia!! vale que es un pelin mala... Pero bueno, cada dia me gusta mas!! xD
    bESIITOS Y sigue asi!

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