martes, 21 de septiembre de 2010

1. Mi sueño

Cerré los ojos lentamente y deseé con todas mis fuerzas que sus besos me llenaran con su fragancia y acariciaran mi corazón con su calidez y su suavidad. Que me abrazara con sus fuertes brazos y me dijera dulces palabras al oído. Que su dulce voz fuera silenciada por el tintineo de unas campanas muy lejanas, que cada vez se oían más y retumbaban de manera dulce en mis oídos. Sentir la seda alrededor de mi cintura y de mis brazos, y mis ojos cubiertos por un velo fino y delicado. Que mis manos estuvieran bañadas en anillos y mi cabellos sujeto por miles de horquillas de plata. Un montón de aplausos, gritos, lágrimas. Cogiendo fuerte mi mano,caminando por una alfombra roja y rodeada de flores, hasta llegar al altar. Palabras lejanas que provenían de un anciano, no me sacaban de mi dulce ensueño. De sus preciosos ojos verdes, de su piel pálida y a la vez morena, de sus cabellos negros y oscuros como el azabache... Pétalos de luz nos envolvían como si solo existiéramos nostros. Sus manos me agarraron suavemente por la cintura, acercándome cada vez más a lo que siempre deseé y para mí solo fue un sueño, sus labios, y a la vez un compromiso eterno, para siempre, hasta que la muerte nos separase...
-¡Selenaaa!
-¡AAAARRRGGGGGG!-grité enfurecida.
Abrí los ojos de golpe y observé a mi padre, haciendo el tonto, como siempre y con un cojín en la mano.
-No puedo creerlo papá, casi iba a conseguirlo-sollocé tapándome la cara con las manos-y has tenido que DESPERTARME...
-Buuf, hija tengo miedo de despertarte cada mañana, siempre me dices lo mismo.
-Mentira... ayer me iban a dar la nota de física que llevo esperando toda la semana, y justo me despertaste. Espero no haber suspendido. Antes de ayer estaba contando el dinero para comprarme un vestido precioso que...
-Vale, vale-dijo él-ya lo he pillado. Ahora vístete que ya vas tarde y hoy te tienes que ir andando.
-No jorobes papá.
-Me voy a desayunar.-me respondió ignorando mi cara de súplica.


Sí, mi sueño, mi flamante y preciado sueño era Miguel. Sí, un chico de mi curso, pero tan alto... y con el pelo tan oscuro que parecía moreno (es castaño)... Estoy enamorada de él, es mi AMOR con mayúsculas, mi vida y mi ilusión. Por él me levanto todas las mañanas, por él me siento feliz cuando apruebo algún examen (suelo suspender la gran inmensa mayoría)... En fin. Me levanté y me miré en el espejo. Tenía los pelos que parecía una bruja. Nada que ver con mi cabellos liso, sujetos con horquillas plateadas, mis labios pintados de rojo, mis negras pestañas, mi piel blanca, mi cuerpo envuelto en un precioso vestido blanco... aaah, y ahe vuelto a soñar de nuevo con que me casaba con Miguel.
Pero eso nunca iba a pasar. Miguel... era una persona desconocida para mí. Yo podría describirle de mil maneras, pero seguramente ninguna encajaría con su perfil de ninguna forma, pues, sería demasiado parcial. Suspiré. Si pudiera presentarmee... pero un chico que veo todos los días entrar en clase, alto y apuesto, y que ni si quiera me mira, es algo difícil, ¿sabes? No creo que sepa ni que existo. Aunque, tengo que ser positiva, y alejar de mí los malos pensamientos, los pensamientos negativos...
Bajé a desayunar. La verdad es que no me apetecía nada. Pero... buennnooo. Comí, preparé la mochila y salí desfilando hacia el colegio. Fantaseando por el camino con mi amor platónico, a penas veía por donde pisaba. Cuando llegué me di cuenta de que había pisado un chicle y ¡dos perros!
Por poco me cierran la puerta. El conserje me puso mala cara, pero yo me limité a sacar los dos dedos en señal de victoria y salí pitada hacia mi clase. Iba tan corriendo que apenas me di cuenta de que me llevaba a la gente por delante. Pero fue entonces, cuando realmente me di con alguien.
-¡Oye, ten cuidado!-me gritó-vaya con las niñas de primaria.
Levanté la vista y mi mente se congeló. No podía ser que esas palabras hubieran salido de una boca tan perfecta. No podía ser que me hubiera chocado con Miguel.
-Perdona-dije con la boca chica.
-Ya-dijo enfadado y entrando en su clase.
-Ay, no me puedo creer que me acabe de decir que estoy en primaria-dije en cuanto desapareció y abriendo los ojos como platos.
Mi sueño... mi gran sueño. ¿Cómo podía ser tan borde? No importa. Le quería. El amor está por encima de eso... ¿verdad? Mi sueño.

4 comentarios:

  1. Yp.
    No me cansaré de decirlo.
    Es LO MEJOR!!
    Wow :O:O
    Me encanta, de verdad.

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  2. ooooo me encanta =) me encanta la historia y la forma de escribir que tienes xD te sigoooo

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  3. publica de nuevo esta historia!!
    esta re buena!!
    poorr fa!!

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